Conoce las funciones de la microbiota intestinal.
La microbiota ayuda a mantener la integridad de la barrera intestinal al estimular la proliferación de las células del epitelio y regular las uniones entre estas células.
Los alimentos que consumimos aportan nutrientes a nuestro cuerpo y a la microbiota intestinal. Los microorganismos de la microbiota utilizan sustratos no digeridos de nuestra alimentación que llegan al colon (principalmente almidones resistentes, fibra, azúcares no absorbidos y proteínas) y producen ácidos grasos de cadena corta (acetato, propionato y butirato). ¿Y por qué esto es importante?
Los ácidos grasos de cadena corta y principalmente el butirato es utilizado por las células epiteliales del colon para producir energía y está asociado con disminución en el riesgo de desarrollar cáncer de colon al estimular el crecimiento y la diferenciación de las células sanas en el epitelio del colon, inhibir la proliferación celular e inducir la apoptosis en células anormales.
El propionato en el hígado participa en la regulación de la gluconeogénesis y la sensación de saciedad. El acetato influencia el metabolismo del colesterol, la lipogénesis y juega un rol importante en la regulación del apetito. Tener niveles adecuados de ácidos grasos de cadena corta se asocia con menor riesgo de desarrollar obesidad y disminución en la resistencia a la insulina.
Según algunos estudios los ácidos grasos de cadena corta pueden disminuir la expresión de citoquinas proinflamatorias en algunas enfermedades como Crohn y colitis ulcerativa.
La microbiota intestinal sintetiza nutrientes importantes como vitaminas K2, B12, B2 y ayudan en la absorción de minerales como calcio, hierro y magnesio.
Una de las funciones más importantes de la microbioma intestinal es la de protección. El intestino es una barrera diseñada para permitir el paso de algunas sustancias como nutrientes y dejar otras afuera como patógenos y toxinas. Entre el 70 y 80 % del sistema inmune se encuentra en nuestro tracto digestivo (tejido linfoide asociado al intestino GALT). Alteraciones.Alteraciones en la microbiota intestinal ha demostrado afectar la composición y funcionamiento del GALT.
En el intestino las bacterias patógenas compiten con los microorganismos beneficiosos por nutrientes y zonas para colonizar. Esto explica por qué entre más diversa y balanceada sea la microbiota menor será el riesgo de un crecimiento anormal de bacterias patógenas y de desarrollar infecciones.
Hace unos años se pensaba que la relación entre la motilidad intestinal y la microbiota era unidireccional, sin embargo, actualmente se sabe que esta relación es bidireccional. Alteraciones en la motilidad intestinal pueden generar anormalidades en la distribución y composición de la microbiota y una microbiota intestinal inadecuada puede ocasionar problemas en la motilidad del sistema digestivo.
La microbiota intestinal juega un papel fundamental en la modulación del sistema inmune al promover la maduración de células inmunes y el desarrollo normal del sistema inmune en la mucosa del intestino.
Durante los primeros años de vida, la microbiota intestinal “entrena” al sistema inmune para que reconozca a los microorganismos benéficos, las proteínas en las comidas y los tejidos del cuerpo como no invasores, evitando el desarrollo de alergias, sensibilidades alimentarias y enfermedades autoinmunes.
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